lunes, 11 de diciembre de 2017

¿Pasa el futuro de la UE por la Economía Circular?


El concepto de economía circular ha ganado popularidad en los últimos tiempos tras ser incluido como objetivo en varias de las políticas de la UE. Así, en diciembre del 2015, tras más de dos años de estudios previos, la Comisión Europea presentó un plan de acción para la transición hacia una economía circular.
Empezando por el principio, ¿qué entendemos por economía circular? Se denomina economía circular a un modelo teórico alternativo al actual modelo de producción lineal basado en la secuencia extracción-producción-consumo-desecho. El problema del modelo lineal es su falta de sostenibilidad a medio y largo plazo, ya que asume la libre disponibilidad de recursos al realizar una abstracción total de los límites y condicionantes físicos del ecosistema en el que se desarrolla.

Para ejemplificar el deterioro ambiental que implica este modelo, podemos citar cálculos de la Agencia Europea del Medioambiente, que estima que en el 2014 se extrajeron en la UE 11,5 toneladas de materiales por persona y se importaron otras 3 toneladas. En el otro extremo de la cadena, fueron eliminadas 2,5 toneladas de residuos por habitante en el 2012, de las que 2,2 fueron depositadas en vertederos a cielo abierto o bajo tierra y 0,3 incineradas.
La economía circular se define como un modelo productivo restaurativo que se propone mantener la utilidad de productos, componentes y materiales y conservar su valor en el tiempo. Gracias a ello se consigue minimizar la necesidad de nuevos inputs y energía, lo que alivia las presiones ambientales sobre la extracción de recursos, emisiones de gases de efecto invernadero y generación de residuos. Podemos observar los principios del funcionamiento de este modelo en el gráfico preparado por la fundación Ellen MacArthur. Con sede en Londres y constituida en el 2010, esta fundación se ha convertido en uno de los principales grupos de presión para la inclusión de la economía circular en la agenda política de la UE. Además de publicaciones de tipo académico y de estudios sobre economía circular la fundación realiza una labor de divulgación de la economía circular con vídeos educativos sobre la temática.



En resumen, la economía circular busca romper con la linealidad del sistema de producción estándar, alargando la vida útil de los productos, consiguiendo en la medida de lo posible que los residuos se conviertan en nuevos inputs, y reduciendo al máximo la generación de residuos no reciclables.

¿Cómo puede la economía circular lograr estos efectos? La propia Comisión Europea reconoce que serán necesarios cambios profundos en el plano económico, social e institucional que afecten a toda la cadena de valor y que implican:
·      Nuevos diseños ecológicos (Ecodiseño). Modelos que abarquen todo el ciclo de vida del producto, cradle to cradle, etc.
·      Nuevas tecnologías (Eco-innovación tecnológica). Se incluyen aquí las tecnologías de generación de energía a partir de fuentes renovables entre otras. Se espera que la innovación tecnológica juegue un papel importante a la hora de lograr mejoras en el desempeño medioambiental de los productos.
·      Nuevos modelos de negocio. Economía colaborativa (con el car-sharing como máximo exponente), servitización, pago por uso, etc.
·      Nuevas vías para preservar recursos naturales: extensión de la vida útil de los productos, lucha contra la obsolescencia programada.
·      Conversión de residuos en recursos mediante el reciclaje.
·      Nuevos comportamientos de los consumidores.
·      Nuevas normas y prácticas.
·      Educación en la sostenibilidad.
·      Financiación.

Para lograr estos objetivos es necesaria la coordinación política entre las distintas administraciones, a todos los niveles, y la implicación de diversos actores: administraciones públicas, empresarios, investigadores y ciudadanos.

Más allá de la necesidad ambiental, la UE justifica el interés de la transición a la economía circular en base a posibles beneficios en el plano económico y social.

Desde el punto de vista económico, se concibe la economía circular como un medio para mejorar la competitividad de la industria europea. Así, se señala que se podrían producir importantes ahorros en los costes de consumo de materiales. Además, se espera que la economía circular genere nuevas oportunidades y modelos de negocio innovadores.

Dentro de sus beneficios sociales se hace referencia, obviamente, a la mejora en las condiciones de vida y de salud de la población ante el menor deterioro ambiental. Además, se apunta la posible creación de empleo de la economía circular. La Comisión Europea estimaba en el estudio de impacto de su nueva regulación sobre residuos una creación de 178.000 puestos de trabajo directos hasta el 2030.
Un estudio particular realizado para el Reino Unido (Morgan & Mitchell, 2015) habla de la creación de hasta 500.000 empleos de todos los niveles de cualificación de completarse una transición a la economía circular. Desde empleos intensivos en fuerza de trabajo, como preparación y separación de productos y materiales para su reutilización y reciclaje, hasta puestos de trabajo de alta cualificación en actividades intensivas en conocimiento como bio-refinado.

No obstante, es necesario tener en cuenta que toda transición, y más una que aspira a cambiar el modelo productivo en su conjunto, tiene implicaciones contradictorias según el agente considerado. Los costes de transición serán importantes y, sin duda, el proceso tendrá ganadores y perdedores. Es responsabilidad de las autoridades el diseño de políticas de compensación para los perdedores de este cambio, que les ayuden a superar sus dificultades y a adaptarse a la nueva situación.
En mi opinión, es necesario contextualizar el optimismo generado por la economía circular. En primer lugar, cabe recordar que una economía 100% circular es inalcanzable. Entre otras dificultades, existen límites físicos para la reutilización y reciclaje de diversos materiales y el propio proceso de reciclaje conlleva un consumo energético. Partiendo de esa base, el objetivo no debe ser planteado como la transición a una economía circular sino como la transición a una “economía más circular”, o todo lo circular posible.

La segunda consideración tiene que ver con las posibilidades de conciliar crecimiento económico en un sentido convencional con una economía circular. Puede que para economías ya desarrolladas como los países que integran la UE, el aumento de la calidad de vida pueda disociarse del aumento de la producción física. En parte, esta es la idea que se persigue con la servitización o el pago por uso.
Cabe preguntarse si el modelo es aplicable a países en vías de desarrollo donde el incremento de la producción es necesario para elevar los niveles de vida de sus ciudadanos y lograr el crecimiento económico. Aunque es evidente que estos países pueden intentar aplicar en la medida de sus posibilidades iniciativas que doten de circularidad a su economía, no pueden renunciar a los principios del modo de producción lineal.

Teniendo claras las limitaciones de la economía circular como solución completa a los problemas ambientales de la actividad económica, es necesario tener también presentes sus oportunidades.
Una de las dificultades con las que se encuentran muchas medidas de protección ambiental impulsadas por las autoridades públicas (regulaciones, límites de emisiones y otras medidas coercitivas) es que son vistas como un coste externo por las empresas. A falta de un cambio en la mentalidad empresarial, existen incentivos para que una empresa intente en la medida de sus posibilidades saltarse los controles ambientales para obtener beneficios económicos.

En este punto radica el interés, aunque también la controversia de la economía circular. La UE pretende que este modelo sea visto como una oportunidad por el sector empresarial, tanto porque puede aumentar la competitividad económica vía reducción de costes como porque abre puertas para la creación de nuevos modelos de negocio. Implícita y explícitamente se busca implicar a las empresas en la solución de los problemas ambientales, proponiendo fórmulas beneficiosas desde el punto de vista económico y ambiental.
Desde un punto de vista crítico, no siempre es posible compatibilizar estas dos vertientes y existe el riesgo de que las soluciones propuestas por las empresas primen los beneficios económicos sobre la parte ambiental, desvirtuando el objetivo de las políticas. Más aún, cabe la posibilidad de que estas políticas que priman la colaboración con el sector empresarial substituyan a las regulaciones y a medidas más coercitivas.

En el fondo subyace el eterno dilema: la necesidad de escoger entre crecimiento económico y conservación medioambiental. Los avances tecnológicos (eco-innovaciones), las mejoras de eficiencia en el uso de recursos y el aprovechamiento de los residuos pueden reducir la relación inversa entre las dos variables, pero desde luego, no van a acabar completamente con ella.
En conclusión, la economía circular es un gran paso en la dirección correcta y determinará en gran medida el futuro de la UE, pero no marcará el final de la historia.

José Blanco Álvarez
Alumno del Master DEIN 2017-2018

jueves, 5 de octubre de 2017

El profesor Manuel González López, coordinador del programa Euriper

Manuel González López, profesor de Economía Aplicada
coordinador del proyecto seleccionado e investigador
del Grupo ICEDE. - FOTO: Arxina
O profesor do Master DEIN Manuel González López, do Departamento de Economía Aplicada, coordinará o proxecto EURIPER (EU Regional and Innovation Policies and Peripheral Regions), seleccionado pola Comisión Europea para debater a importancia das políticas rexionais e de innovación da Unión Europea.

O profesor González López é membro do grupo ICEDE da USC, é o encargado de coordinar este proxecto que se desenvolverá ao longo de 24 meses e coa elaboración dun informe final con conclusións para que poida ser aproveitado pola Comisión Europea. O proxecto EURIPER foi elixido xunto con outras 44 propostas de entre un total de 324 presentadas, e recibirá financiamento da convocatoria Jean Monnet Activities dentro do programa Erasmus +.

Noticia no Xornal da USC
Noticia en elcorrerogallego.es

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Premio para o profesor Óscar Rodil

O Banco Nacional de Comercio Exterior de México premia un traballo do profesor do Master Dein, Óscar Rodil, do departamento de Economía Aplicada e investigador do grupo ICEDE da USC.

Co título ‘La cara oculta del comercio de México con Estados Unidos: las cadenas de valor al descubierto’, o traballo gañador analiza as relacións comerciais entre os dous países e a vinculación coa súa participación nas cadeas internacionais de produción, atendendo á orixe xeográfica do valor engadido dos intercambios.

Noticia no Xornal da USC (26-09-2017)

Noticia da entrega de premios a los ganadores del concurso convocado por la revista Comercio Exterior-Bancomext (Bancomext) (1 noviembre 2017)


miércoles, 5 de julio de 2017

Abierto plazo matrícula Curso 2017-2018


Xa está aberto o plazo de matrícula no Master DEIN para o curso 2017-2018. Toda a información podes atopala neste enlace.

Ademáis contamos con boas novas de apoio económico para o estudantado do Máster DEIN:
 
Para este curso 2016-2017 convocamos bolsas de axuda ao transporte para os estudantes que realizaron as prácticas fóra de Santiago, e 2 premios aos mellores Traballos Fin de Máster.
 
Para o novo alumnado do curso 2017-2018 convocamos bolsas de axuda á matrícula.
 
Convocatoria bolsas de axuda matrícula, preme aquí.

Convocatoria axuda ao transporte, preme aquí.

jueves, 25 de mayo de 2017

PARQUES CIENTIFICOS Y TECNOLOGICOS, ¿SON ÚTILES?

Un post de: Eliseo Pérez Trigo
(alumno del master DEIN 2016-17)

 
Mis compañeros de trabajo no entienden que de vez en cuando paso temporadas despertándome con un conocido locutor de radio venido a menos, y de perfil muy conservador.  El mencionado presentador, en su cita diaria con la previsión meteorológica, se refiere a la capital de la provincia en la que nací como la “tropical Orense”, y ya os imagináis por que!
Vista aérea del parque tecnológico de Galicia (Tecnópole)
Fuente: www.tecnopole.es
Dicho esto, nos podemos preguntar qué hace un Orensano para combatir los 40 ºC habituales en verano?  Tenemos la opción de invadir la playa de Samil (Vigo), acto heroico no suficientemente valorado sobre todo en los años en que no había autovía Orense-Vigo y tener aire acondicionado en los coches era un lujo burgués para la mayoría. Otra opción es buscar un rio o una piscina. El camino más corto de mi casa materna a las piscinas de Monterrey, pasa delante de la Tecnópole, parque tecnológico ubicado a 12 Km de Orense ciudad, y que presta servicios especializados a empresas de base tecnológica y elevado perfil innovador.

Pero, qué es un parque/centro tecnológico? Cuando aparecieron en España? Y en el mundo? Qué había antes? Cómo se gestionaba la innovación?
Durante la mayor parte del siglo XX, los departamentos internos de I+D de las grandes firmas fueron la fuente de la innovación. Contrataban a los mejores especialistas en cada campo y el conocimiento externo solo era usado ocasionalmente.

En las últimas décadas se produjo un incremento exponencial en la complejidad del conocimiento. Esto abrió las puertas a cooperaciones entre distintos agentes para aumentar las posibilidades de éxito de los procesos de innovación. Siguiendo esta filosofía aparecen a principios de los años 90 en España (los pioneros fueron los USA en los años 50) los primeros parques científicos y tecnológicos, que son infraestructuras que juntan en el mismo espacio físico, diferentes organizaciones intensivas en conocimiento.

Los primeros parques son promovidos por las administraciones regionales, popularizándose así en todas las comunidades autónomas. En los últimos años son las universidades las que toman el relevo.
Nos podemos preguntar ahora si son útiles y a qué tipo de empresa favorecen más?

El debate acerca de su utilidad perdura hasta nuestros días. Para justificar su creación podemos apoyarnos principalmente en la idea de la importancia de la proximidad geográfica  en los procesos de innovación, ya que esta favorece la difusión del conocimiento. Por el contrario, hay quien argumenta que su top-down approach hace que no respondan a las necesidades del sector productivo.
Si tomamos en consideración su tamaño y localización, debemos resaltar que su impacto es positivo y aumenta con el tamaño siempre y cuando no se produzcan fenómenos de congestión, y su localización en regiones menos desarrolladas favorece comparativamente más a las empresas en ellos implantados.

Respecto a que tipo de empresas se benefician más de estar localizadas en un parque podemos decir en primer lugar que únicamente las empresas sin ningún esfuerzo innovador no se benefician, y en segundo lugar para el resto el impacto es positivo, siendo este mayor para las más pequeñas y las que  presentan un esfuerzo innovador interno menor.
A modo de resumen podemos decir que:

   -          El debate persiste, con posiciones críticas acerca de su utilidad.
   -          Promueven el crecimiento y la cohesión regional.
   -          Evidencias empíricas muestran que ayudan a alcanzar mejores resultados en innovación.
   -          Favorecen el desarrollo de largos y estables partnerships.
   -          Su efecto positivo es más importante para parques jóvenes y maduros frente a los de mediana edad.
   -          Algunas empresas se benefician más que otras de su presencia.

De lo dicho anteriormente podemos concluir que su efecto es positivo, siendo a veces complicado definir en que grado. Finalmente comentar que su presencia es generalizada en todo el territorio español, siendo más importante en las regiones más desarrolladas.

lunes, 3 de abril de 2017

Estrategia de especialización inteligente de Galicia


Un post de: Cristina González Sieira

Con el fin de lograr los objetivos de mejora competitiva territorial y reducción de las disparidades regionales establecidos en el Horizonte 2020, muchas comunidades disponen de un instrumento conocido como la Política de Cohesión (2014-2020). Esta política establece tres vías para lograr dichos objetivos crecimiento sostenible, inteligente e integrador- de forma que estén en harmonía con las metas del Horizonte 2020 –aumentar el volumen de empleo, que la inversión llegue al 3% del PIB europeo en I+D, medidas sobre el cambio climático y energía, educación, y lucha sobre la pobreza y exclusión social-.
 
Pero esta Política de Cohesión no se está llevando realizando actualmente en Galicia, a pesar de que es importante retomarla para responder al reto de crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Para ello, lo óptimo pasa por orientarse a resultados, y poder así maximizar el impacto de los fondos, pues si los proyectos se realizan a más largo plazo, pueden aprovecharse las sinergias entre estos. Asimismo, es recomendable aplicar una programación temática del capital para cada partida, esencialmente por el tema de las sinergias, donde, en este ámbito, la investigación e innovación, las TIC, e incluso las pymes, son los principales beneficiarios (coincidiendo, dichos agentes con los objetivos planteados por el FEDER). De este modo, se trataría de explotar las ventajas comparativas de cada región aprovechando el carácter sistémico y transversal de la I+D+i, proyectándolo hacia todas las áreas de la economía.
 
Como uno de los objetivos consiste en la búsqueda de resultados, se han establecido unas reglas comunes o condiciones para poder recibir los fondos. Y es que cada país debe elaborar una estrategia de especialización inteligente para trasladarlo al programa operativo y obtener fondos. De esta forma, la estrategia de especialización de Galicia (RIS3) en el marco de la política de cohesión de la Comisión Europea se centra en la búsqueda de la cooperación entre agentes, en concreto la triple hélice (academia, administración  y empresa), así como la concentración de recursos en áreas más prometedoras, como habíamos dicho, por aspectos de ventajas comparativas y mejora de competitividad, donde Galicia se centra en estrategias como la del envejecimiento activo y saludable de la población. No obstante, la RIS3, también pretende buscar la complementariedad de fondos por el aprovechamiento de sinergias, así como la orientación a resultados que ya planteada la política de Cohesión.
 
 La RIS3 emplea una metodología bottom-up para descubrir las capacidades de cada sector en 6 etapas. Primero se realiza un diagnóstico del contexto regional y de su potencial, y, seguidamente, la construcción de una estructura o gobernanza multidisciplinar. A continuación se crean grupos de trabajo en torno a nichos potenciales de especialización y se establecen prioridades. Asimismo, se identifican instrumentos para desarrollar dichas prioridades y se define una estructura de seguimiento y evaluación (dado el carácter abierto de la RIS3)
 
De este modo, la política de especialización inteligente de Galicia presenta tres grandes objetivos. Un primer reto de gestión innovadora de los recursos naturales/culturales, centrado en que sectores tradicionales –acuicultura, biomasa, turismo…- puedan introducir innovaciones. También atienden al desarrollo de la industria 4.0, donde se pretende incrementar la intensidad tecnológica en el tejido empresarial gallego, donde, concretamente, hablan de economía del conocimiento para mejorar su competitividad. Por último, desean mejorar el nivel de vida saludable de la población con soluciones tecnológicas mediante el empleo de servicios y productos intensivos en conocimiento, destacando prioridades como el envejecimiento activo y diversificación y mejora nutricional o alimentaria.
 
Pero, ¿cuál es la idea de plantear estos objetivos en la región? Para alcanzar una visión global a largo plazo: que en el 2020, Galicia tenga una calidad de vida a la par que mejora su intensidad tecnológica en todos los sectores, sobre todo en los tradicionales (donde se habla de absorber tecnologías facilitadoras). Esto se logra con una serie de programas para impulsar el crecimiento en sectores. Se trata de los programas orientados a las pymes innovadoras para ser competitivas, así como la importancia de realizar inversión pública para atraer inversión privada,  o incluso potenciar la transferencia de investigación (aplicada), aunque también pretenden atraerlos investigadores.
 
Una vez se establece el programa prioritario, el Estado escribe un programa que, teniendo en cuenta la estrategia de especialización de cada región, solicita un presupuesto para ejecutar el programa operativo. En el caso de los fondos FEDER (único que tiene Galicia), el gestionado por GAIN se centra en la I+D, aunque os órganos gestores son la Xunta y el Estado, por lo que una coordinación de cada agente es óptima y evita la doble financiación; siendo las actuaciones concretas del I+D+i en el marco de la financiación FEDER, la creación de centros mixtos para estimular la inversión público- privada, y aumentar la capacidad atrayente de inversión para Galicia, entre otros.
 
Por lo tanto, vemos que esta política se centra en el aprovechamiento de ventajas comparativas para la mejora de la competitividad regional, potenciando la colaboración entre agentes en un plano multidiscipinar y en diversos niveles. No obstante, esta política tiene ciertas deficiencias. Y es que el apoyo a la innovación sólo llega al conocido valle de la muerte, lo que puede implicar que un proyecto falle antes de lanzarse al mercado y haber desperdiciado lo recursos públicos que han puesto a su disposición. Por lo tanto, a pesar de ser una política bien planteada y especializada en torno a las potencialidades de cada región, tiene ciertas deficiencias que sería conveniente considerar.