La contaminación en las grandes
ciudades es un problema de vital importancia en la sociedad del siglo XXI. La
merma de la calidad del aire en urbes cuyo tráfico rodado es muy cuantioso
genera no sólo graves problemas de carácter ecológico, sino que además la
acumulación de gases tóxicos afecta directamente a la salud de los individuos
que habitan estas grandes metrópolis.
Con el objetivo de combatir esta
problemática, una medida adoptada ha sido la elaboración de planes de movilidad
sostenible en diversas ciudades europeas. Entre los más famosos y premiados en
España se encuentran los planes de movilidad sostenible de Vitoria-Gastéiz y de
Rivas-Vaciamadrid. Además de estas vías surgidas a partir de un cambio en la
planificación del tráfico de la ciudad, han surgido otras de carácter
tecnológico que pretenden paliar los efectos de la emisión de gases de efecto
invernadero. De esta forma, aparecen iniciativas como el proyecto Equinox,
financiado a través de los fondos LIFE de la Unión Europea.
El proyecto Equinox pretende crear
un sistema para atrapar la contaminación existente en las grandes ciudades del
mundo. A través de la aplicación de una innovadora tecnología en los pavimentos
asfálticos, el objetivo es eliminar el óxido de nitrógeno que éstos albergan.
Este proceso aplicaría una tecnología de oxidación avanzada (con un
fotocatalizador) y haría uso de la propia radiación solar que recibe el pavimento.
Esta tecnología se encuentra aún
en fase de pruebas y, por tanto, es pronto para valorar su completa idoneidad
así como su capacidad de obtener los resultados deseados. Es preciso considerar
que para que avances tecnológicos encaminados a la eliminación de la cantidad
de contaminación existente sean eficaces por completo deben ir acompañados de
un cambio en las pautas de generación de dicha contaminación por parte de los
agentes emisores, buscando su reducción a través de planes como los anteriormente
mencionados. Así, las innovaciones tecnológicas en este campo podrán estar más
cerca de los objetivos de sostenibilidad perseguidos.
María Peñate