Echando la vista atrás,
somos capaces de comprobar con facilidad
las transformaciones y cambios estructurales que se dieron en la economía
global.
Las formas en que se da el
comercio, se han modificado de manera sustancial. En la actualidad, los
mercados no solamente se componen de una oferta, una demanda y un precio. Los
países en desarrollo comenzaron a ofertar productos a bajo precio, compitiendo
con los países desarrollados. Sin embargo, en estos últimos apareció un
concepto de relevancia en nuestros días: la economía basada en el conocimiento. En este nuevo sector de esta
ciencia, el conocimiento es el elemento fundamental que genera valor y riqueza.
Mediante las innovaciones, las nuevas ideas llegan al mercado en forma de
nuevos o mejores productos o procesos; el bajo coste no es lo único
fundamental. En las cadenas globales de valor,
la nueva forma de organización del comercio, estos países son los que crean
productos de mayor valor añadido, situándose en la posición más alta en estas
cadenas.
En este post, nos centraremos en
las innovaciones tecnológicas llevadas a cabo por empresas de base tecnológica
(EBT) en nuestro país dentro del área de la genética. La genética es aquella
parte de la biología que estudia los genes y los mecanismos que regulan la
transmisión de los caracteres hereditarios. Es una ciencia que se inicia con el
descubrimiento de las Leyes de Mendel en 1900. La entrada en el siglo XX,
produjo una explosión de nuevos descubrimientos sin precedentes, que todavía
hoy continúan.
La investigación dentro de esta
ciencia, dio lugar a ideas que podían ser aplicadas en diversos campos con
fines comerciales. Pondremos atención al área de la biotecnología, aquella que
comenzó a aplicar las técnicas del ADN recombinante, la fusión celular y nuevos
procesos de bioingeniería. En nuestro país, y a escala mundial, las inversiones
en biotecnología son escasas, y el área de genética no es una excepción.
Dentro de la biotecnología
genética, podemos resumir cinco campos generales donde se llevan a cabo estas
aplicaciones: salud humana, animal, industrial, vegetal y ambiental. En los
últimos años, se han desarrollado de manera relevante los recursos destinados
al campo de la salud humana. Las predicciones esperan que el volumen de
inversiones siga incrementándose en los próximos años. Dentro de este campo, ya
se han dado grandes revoluciones sociales: sistemas diagnósticos de
enfermedades, nuevas vacunas o la fertilización in vitro.
Oryzon constituye un buen ejemplo
de ello. Se trata de una empresa biofarmacéutica de fase clínica y líder
europeo en el desarrollo de terapias basadas en epigenética. Fue fundada en el
año 2001 por Tamara Maes y Carlos Buesa. Tiene su sede central en Barcelona,
con 30 empleados, y es una referencia a nivel español. Este proyecto
empresarial nació de la experiencia conjunta de sus fundadores en el Instituto
Flamenco de Biotecnología de Bélgica. Fueron la Universidad de Barcelona, la
Fundación Bosch i Gimpera y el CSIC quienes les ayudaron a elaborar su plan de
negocio.
Desde su fundación hasta el año
2008, los esfuerzos de esta empresa se centraron en desarrollar un modelo
empresarial de diagnóstico genómico, proporcionando servicios genómicos a la
industria farmacéutica en Europa. En 2008 adquirieron Crystax Pharmaceuticals e
iniciaron sus programas de descubrimiento de fármacos en oncología y
enfermedades neurodegenerativas, centrándose en el Alzheimer y en los cánceres
hematológicos. Su modelo empresarial consiste en desarrollar sus candidatos a
fármacos hasta la fase clínica II.
La llegada de la crisis afectó en
gran medida a esta EBT. Por un momento, parecía que Oryzon debería poner fin al
proyecto iniciado. Sin embargo, animados por el Centro de Innovación y
Desarrollo Empresarial (CIDEM) de la Generalitat, siguieron adelante. Un total
de 70 inversores particulares realizaron aportaciones de entre 1.500 y 6.000
euros, obteniendo un total de 250.000 euros. Asimismo, obtuvieron el primer
Neotec en la primera convocatoria que se
hizo. A partir de este momento, la empresa consiguió ir ampliando capital poco
a poco mediante diversos medios, a través de capital privado y público.
Finalmente, un hecho destacable es que consiguieron trabajar con la molécula
ORY-1001, firmando un acuerdo con Roche para probarla en humanos con el fin de
demostrar su efectividad y seguridad. Esto último también supuso una ayuda a su
financiación, además del éxito en su trabajo.
A modo de conclusión, es verdad
que todavía queda mucho que modificar dentro de este tipo de empresas para poner
fin a los obstáculos que sufren, como el de financiación que evidenciamos. Sin
embargo, ya se están produciendo cambios en este campo, como lo demuestra la aparición
de nuevas formas de conseguir recursos financieros y la creación de normativas
y legislaciones. Es un hecho que esta nueva realidad también ha sido resultado
de otro tipo de políticas como la de educación o las de inversión de los
gobiernos de estos países.
Alumna Master DEIN 2015-16
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